GEOGRAFÍA E HISTORIA Corralejo

La geografía e historia de Corralejo, Fuerteventura, son interesantes para conocer más a fondo nuestro destino y entender mejor nuestro entorno y sus gentes y tradiciones.
En nuestra guía turística te damos datos sobre la historia y la posición geográfica de Corralejo.

Corralejo, y la isla de Fuerteventura, empieza a contar su historia a partir de su conquista en 1405, por aquel entonces la ciudad de Betancuria fue elegida la capital, puesto que estaba escondida en el fondo de un valle y de muy difícil acceso por parte de los piratas. Su nombre es debido a su conquistador el normando Jean de Bethancourt. En 1476 los reyes católicos reconocen el señorío de Fuerteventura, y en Betancuria es donde se establece un cabildo para que el señor pueda gobernar y dirigir la isla.

Hay poca información sobre el resto de localidades de la isla, seguramente surgieran poblados en los valles más fértiles como La Oliva, Pájara, Tetir, Tuineje..

Se cuenta que La Oliva fue fundada en 1500 por los hermanos Hernández residentes en Betancuria, quienes levantaron dos casitas en esta zona para pasarse temporadas durante la siembra.
A ellos les siguieron otros para dedicarse a la agricultura.
Pero Betancuria se encontraba muy lejos y aislada y de difícil accesso, por lo que alrededor de 1711 se construyó una iglesia parroquial para que los habitantes del lugar tuvieran un sitio para cumplir con su deber religioso.

En el siglo XVIII los Coroneles trasladan su residencia de Betancuria a La Oliva, en 1742.
El señorío se va deteriorando en esta época, ya que la familia Aries de Saavedra, que estaba heredando el señorío de generación en generación, no residían en la isla de Fuerteventura, sino en Tenerife, por lo que el poder fue pasando a los Coroneles.
En el siglo XVIII los coroneles adquirieron también el poder civil además del militar, convirtiéndose en los verdaderos dueños del territorio y del poderío económico. El nombramiento del coronel pasa a ser hereditario y vitalicio a cargo de la familia Sánchez-Dumpierrez. Durante los siglos XVIII y principios del XIX La Oliva se convierte en capital de la isla aunque el cabildo se sigue manteniendo en Betancuria.
En esta época se refuerza la producción del trigo, la cebada y centeno para la exportación.

El Tostón, (El Cotillo), era el puerto estratégico del norte de la isla, se construyó la torre del tostón como atalaya en 1743 y con el nombre de Nuestra señora del Pilar y san Miguel.
En estos siglos también llega un gran número de personas a establecerse en Fuerteventura provenientes de Lanzarote y que huían de las frecuentes erupciones volcánicas en esa última isla.

En el siglio XIX nuevos habitantes se establecen en la localidad de Puerto Cabra (actual Puerto del Rosario) y Antigua atraídos por el comercio de la barilla.
Este echo marcará la decadencia de La Oliva y los coroneles y será en la costa y precisamente en puerto Cabras donde surgirá el nuevo poder de la isla, con comerciantes, administrativos etc.

Los coroneles perderán su poder político pero no el económico que todavía seguirán manteniendo un tiempo más.
Está claro que el esplendor de La Oliva coincide con la llegada de los Coroneles, y se mantuvo hasta finales del siglo XIX y también era el municipio más poblado. El último coronel muere en 1870 y con él empieza la decadencia económica del municipio de La Oliva.

Después de la guerra civil muchos majoreros emigrarán hacia otras islas y a África.

En las últimas décadas La Oliva es el municipio con mayor número de cabras gracias a la gran superficie dedicada al pasto. El queso majorero es el producto por excelencia de esta zona y es un queso de gran calidad. Por cierto en la zona han surgido diferentes queserías de renombre.

La Pesca es otra actividad muy importante del municipio de La Oliva, sobretodo en los puertos de El Cotillo y Corralejo.
Aunque desde la década de los 70 es el turismo el rey de la economía de la isla, sobretodo los municipio de Pájara en el sur y La Oliva en el norte. Esto produce un incremento de la población que pasa a ser de 20.000 personas o incluso mayor. Han entrado poblaciones de diferentes culturas y países por lo que hoy en día la población majorera es minoría y conviven culturas y tradiciones diferentes.